Castillo de Santa Croche "Albarracín / Teruel" (Aragón).

 

Este castillo pertenecía a los Azagra. Las primeras noticias que se tienen de él provienen del año 1186, cuando Fernán Ruiz de Azagra, segundo señor de Albarracín, lo entregó a su escudero Lope de Varea. Se encuentra a las afueras de Albarracín, junto a la carretera que lleva a Gea de Albarracín.

Se trata de una fortificación de planta irregular, asimilable al rectángulo, de unos 40 por 20 metros en sus lados. Su construcción, de mampostería, se emplaza sobre una pequeña prominencia rocosa junto al río Guadalviar.

Está compuesto por dos recintos escalonados sobre la pendiente del montículo. El bajo bordea con sus muros el perímetro y en sus esquinas poseía torreones defensivos, dos cuadrados y dos circulares, de los que quedan pocos restos. El muro mejor conservado es el que mira hacia el este, de gran longitud y altura con un remate almenado: Su interior está recorrido por un adarve. Uno de los muros contiguos forma un semitorreón circular de grandes proporciones, de 9 por 5 metros, y fortificado por troneras enmarcadas en sillares. Su función sería la defensa de la inmediata puerta de ingreso, formada por un arco rebajado compuesto por sillares rojizos.

En el recinto alto destaca un muro almenado unido a un torreón rectangular de 9 por 5 metros de lado. En su interior conserva vestigios de varias estancias, una de ellas con los arranques de la cubierta, en bóveda de medio cañón.

Historia:

Este castillo pertenecía a los Azagra. Las primeras noticias que se tienen de él provienen del año 1186, cuando Fernán Ruiz de Azagra, segundo señor de Albarracín, lo entregó a su escudero Lope de Varea; desaparecido el señorío autónomo el castillo pasó a una rama de la familia Heredia. Es mencionado documentalmente en 1242, apareciendo en papeles de la Encomienda santiagustina de Montalbán. Se sabe que en 1469 era propiedad de Fernando López de Urrea ante el ataque del señor del castillo al diputado del reino. En 1518 pertenecía a Pedro Torrero y sus últimos dueños conocidos fueron los González de Palencia.

Fuente: Patrimonio Cultural de Aragón

Espigueiros de Lindoso "Lindoso / Ponte da Barca" (Portugal)

 

Los 64 espigueiros de Lindoso forman un conjunto sorprendente y bello. Están concentrados en una era comunitaria, en lo alto de un cerro, y acompañados del castillo. La vista de la presa, el pueblo y las montañas complementan la belleza del ingenio humano.

Los espigueiros son de granito y están suspendidos sobre columnas, también de piedra.

En la mayoría de los casos la puerta está en la parte delantera. La superficie opuesta mira al suroeste, de donde proviene la lluvia.

Algunos tienen listones de madera que se alternan con columnas de piedra y con huecos para dejar pasar el viento, que ayudaba a secar el maíz.

Nada mas llegar al casco urbano, inmediatamente destacan los espigueiros en lo alto de la colina junto al castillo. En un espacio aislado donde domina el silencio y un vasto paisaje.

Los graneros hacen referencia a uno de los mayores cambios en la agricultura en Portugal, particularmente en el Alto Minho, con la introducción del maíz, procedente de América del Sur.

El conjunto de espigueiros de Lindoso espera clasificación y, según el estudio de la DG Patrimonio, además de por su cantidad, también destacan por su calidad, con una cantería muy perfecta.

Fuente: Sapo Viagens

Ermita de Santa Cecilia "Granera" (Moianès)

 

Santa Cecilia de Granera es una capilla románica del pueblo de Granera, en la comarca del Moianès. Se trata de uno de los tres monumentos más importantes del municipio; junto con el castillo y la iglesia parroquial de Sant Martí.

La capilla está documentada desde 1065. Se erigió en un alodio que pertenecía desde 971 al monasterio de Santa Cecilia de Montserrat. En 1187 hay documentado un caballero llamado Arnau de Santa Cecilia de Granera.

Se trata de un edificio del siglo Xl, construido en estilo lombardo. Es de planta rectangular, bóveda de cañón, cubierta a doble vertiente y con ábside semicircular. El exterior del ábside presenta cinco bandas, con arquetas lombardas separadas por seis lesenas, alero y zócalo. Cada banda tiene dos arquetas con ménsula. La ventana absidal está centrada y es de doble derrame. La portada primitiva no se ha conservado. Actualmente la entrada se hace por la fachada de poniente, donde hay una portalada con arcada adovelada y un ojo de buey enmarcados por una arcada, coronada por un campanario de espadaña. Todos estos elementos corresponden a la restauración de 1975.

La capilla se derrumbó en 1914. Solo subsistió la cabecera con el ábside y una parte del muro de tramontana. Estuvo en ruinas y abandonada desde 1940, hasta que en 1975 fue restaurada por la Diputació de Barcelona y se devolvió al culto el 5 de septiembre de 1976.

 

Fuente: Ajuntament de Granera.

Menhir de Mas Roqué "Rabós d'Empordà" (Alt Empordà).

 

Se trata de un menhir de pizarra situado cronológicamente entre el Neolítico medio y el Calcolítico. Según el Geseart, este menhir está documentado con el nombre de Pedra Fita y Pedra Dreta desde principios del siglo XVll (1615).

Joan Amades, en 1941, publicó una leyenda sobre el menhir, aún vigente en la zona, según la cual la parte subterránea del megalito llega hasta el mar. Por eso, si se acerca la oreja a su superficie se pueden oír las olas del mar y saber si está en calma o revuelto. No se ha realizado ningún tipo de intervención arqueológica; tampoco se observan restos de materiales arqueológicos en superficie, en el entorno inmediato del menhir, ni tampoco hay señales de ninguna estructura prehistórica con los que se pudiera relacionar. Posiblemente debía haber un cruz de hierro clavada, hoy desaparecida, como las que se ponían en los monumentos megalíticos durante los siglos XVl-XVll, para cristianizarlos.

Fuente: ubi cat

Cascada de Ézaro "Dumbría / A Coruña" (Galicia)

 

La cascada de Ézaro o cascada del Xallas se ha convertido en uno de los destinos mas populares en Galicia. Esta impresionante cascada es una de las pocas en Europa que desemboca directamente en el mar. 

Su majestuosa caída de 40 metros de altura y su entorno natural hacen de ella un lugar único e impresionante.

En la parte norte del Monte Pindo, nos encontramos con el río Xallas. En su recorrido final este río forma un profundo cañón fluvial a unos 150 metros del nivel del mar. Como consecuencia de ello, la cascada de Ézaro desemboca en el mar en forma de gran salto de agua. La caída que traza el Xallas en su desembocadura es una de las pocas que existen en Europa.

La increíble fuerza de su caída ha esculpido un pozo que alcanza los 16 metros de profundidad. Esta profunda cavidad recibe el nombre de Cadoiro.

Se cuenta que mucho tiempo atrás los marineros se guiaban por la gran nube de vapor que generaba la caída de agua del Xalles en su choque con el mar. Esta columna de agua era a veces tan alta que se podía divisar a varias leguas de distancia y servía perfectamente para orientarse.

Fuente: Perder el rumbo

Puente romano de la Vega "Reinosilla / Valdeolea" (Cantabria).

 

El puente histórico de Reinosilla, también llamado de la Vega, conserva dos bóvedas cilíndricas rebajadas, los sillares vistos tienen labra careada almohadillada; es visible el trasdós de los arcos, que en su tiempo de uso estaban cubiertos de material para mantener la horizontal y facilitar el paso de carros.

En el centro, entre dos arcos se ubica una pila curva a modo de tajamar por la cara de llegada de las aguas del río.

La construcción se completa con estructuras laterales de reconducción del río; este elemento se encuentra incompleto debido al arrastre de los sillares por el río.

Cronológicamente existen dudas; ha sido adscrito a época romana por estar encuadrado dentro del recorrido de la calzada Pisoraca - Portus Blendium, que discurre entre Herrera de Pisuerga hasta Reinosa y hasta el collado de Somahoz, o podría ser el paso de un ramal secundario. Pero faltan evidencias arqueológicas que lo confirmen.

Fuente: Cartel informativo.

Salt de la Portellada "La Portellada / Teruel" (Aragón).

 

El salto de agua del río Tastavins, afluente del río Matarraña, uno de los lugares mas bonitos de la zona, donde el río Tastavins da lugar a una cascada de unos 20 metros. El caudal del salto depende de las lluvias, así durante las sequías puede ser que el salto desaparezca. En la parte superior del salto, se observa un espectacular juego de formas producidas por la erosión.

Fuente: Matarranya turismo