sábado, 9 de mayo de 2020

Sant Quirc de Durro "Durro / La Vall de Boí" (Alta Ribagorça).



Estilo: románico.

Siglos: Xll / XVll-XVlll.

La capilla de Sant Quirc de Durro, situada a unos 1500 metros de altitud, es un pequeño templo aislado de nave única con cabecera de ábside semicircular y cubierta con bóveda de cañón apuntada, sobrepuesta por un desván y tejado a dos vertientes. El edificio es el resultado de dos fases constructivas. A la primera pertenecen el cuerpo de la nave y el ábside y a la segunda el desván y el tejado. No se puede establecer una cronología exacta del edificio pero la obra románica se podría fechar en el siglo Xll y la segunda fase sería del siglo XVll y inicios del XVlll. Estas dos etapas se ven claramente en el aparato constructivo, el de época románica es de sillares bien trabajados y dispuestos en hiladas regulares mientras que la ampliación está hecha con piedras poco trabajadas y dispuestas irregularmente. De la misma época de la ampliación es la espadaña de dos vanos. La entrada a la capilla es un pequeño portal con un arco de medio punto adovelado que está situado en la fachada sur. El interior de la capilla presenta un ambiente de clara filiación barroca que genera una fuerte pero sugerente contradicción con la envoltura donde los referentes románicos son dominantes. La cubierta es de bóveda de cañón seguida y las paredes están recubiertas de rebozado encalado. A los pies de la nave hay un corazón altillo con estructura y barandilla de madera. Todos estos elementos interiores parecen ser producto de las reformas que datan de los siglos XVll y XVlll. La unión del presbiterio con la nave se realiza por dos arcos en degradación que se abren en el ábside semicircular. Encima de la boca del ábside la pared trastera se levanta ligeramente y en ella se abre un pequeño óculo. Aparte de la claridad natural que penetra de fuera, la pequeña iglesia dispone de un sistema complementario de alumbrado que se compone de dos pisos de brazos con unos platos en los extremos donde se empotran las candelas, y se pueden hacer subir y bajar mediante unas poleas. Este sistema de iluminación lo encontramos en otros templos del valle. El enlosado de la nave lo forman grandes piedras de dimensiones variables y no demasiado regulares.
Hay que hacer especial mención al frontal de altar románico que procede de esta iglesia que se conserva en el Museu Nacional d'Art de Catalunya, obra fechada en los inicios del siglo Xll que representa varios episodios del martirio de los santos titulares de la capilla. En la capilla podemos ver una reproducción.
En la cabecera hay un retablo barroco donde hay pintados Sant Pau con la espada, en el lado del Evangelio, y Sant Pere con las llaves, en el lado de la epístola. En el centro sobre una peana está la imagen gótica de alabastro policromado de Santa Julita con el pequeño Sant Quirc en brazos.
En 1997 se procedió a una restauración integral de la volumetría de la nave, en clave románica, en función de las investigaciones arqueológicas.

Bienes muebles integrantes en la declaración de BCIN:

    - Retablo de madera tallada y policromada, realizado en 1708.
    - Imagen de Santa Julita y Sant Quirc, de piedra policromada.
    - Salomó de madera torneada y policromada.



Historia:

Las pequeñas capillas levantadas en los estadios superiores de la Vall de Boí, bastante numerosas, no se encuentran referenciadas en las escrituras antiguas. En este sentido nada se puede aportar sobre su implantación, promotores o vinculación con la estructura eclesiástica. En términos generales no parece que su cronología pueda ser muy anterior al siglo Xll, y sin excavaciones arqueológicas no es posible aventurar hipótesis sobre la preexistencia de establecimientos culturales anteriores, cristianos o paganos. Las capillas se encuentran tanto al solei como a la sombra del valle, aisladas, carentes de asociación directa con asentamientos actuales o desaparecidos. la cota establecida bordea los 1400-1500 metros, y se sitúan sobre los núcleos poblados del fondo del valle, con los que se mantienen una cierta relación cultural, caso de las iglesias de Sant Cristòfol de Erill-la-Vall, actualmente desaparecida, Sant Quirc de Taüll o la misma Sant Quirc de Durro. Por su ubicación, el carácter de la implantación, no vinculada ni generadora de ningún asentamiento cercano, y sin titularidad parroquial, hay que entender estos pequeños santuarios como hitos en el territorio. Su emplazamiento, lejos de ser aleatorio, remarca la zona intersitial entre las zonas de cultivo y los altos pastos, es decir los límites del espacio social trabajado por las poblaciones de la zona. Sant Quirc de Durro, como las otras capillas de este tipo, es el santuario que marca los términos del paisaje agrícola y ganadero. Morada de un intermediario sagrado, el santo titular despliega a su entorno lo que se llama territorio de gracia, sobre el que ejerce su protección sobrenatural de modo que la capilla se convierte en un lugar relevante en la definición del espacio simbólico y social.










Fuente: Geoportal del patrimoni cultural.

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