El cenobio se encuentra actualmente medio derribado, con las dependencias monásticas prácticamente hundidas.
Se conserva en relativo buen estado la iglesia del siglo Xl, que fue rehecha en el siglo Xll.
Es de una nave cubierta con bóveda de cañón, copa a levante por un ábside semicircular. El ábside está decorado externamente con decoración de tipo lombardo: un friso de arcuaciones ciegas sostenido por semicolumnas adosadas, rematadas por unos vados trapeciales a modo de capiteles.
Interiormente, la decoración es similar pero con arcos de medio punto en lugar de arcuaciones. El interior de la iglesia fue decorado en época barroca y neoclásica (siglos XVll-XVlll).
El campanario, adosado al muro de tramontana, está formado por una maciza torre cuadrada, sin ornamentación alguna.
La puerta de entrada, alta y estrecha, está en la fachada de poniente.
A mediodía de la iglesia se encuentra un pequeño claustro de dos pisos, que parece obra del siglo XV, aunque su rusticidad ha hecho pensar que es anterior.
En torno a él se encuentran las dependencias monásticas, en un lamentable estado de abandono. Entre estas cabe mencionar el espacioso palacio abacial del siglo XVlll (1775).
Historia:
La antigua abadía de Sant Pere de la Portella, situada en una amplia hondonada de la cabecera del valle de la Portella, es conocida documentalmente desde 997.
En una época debió existir una comunidad de monjes, que fue favorecida a partir del año 1001 por los veguers de la Portella, verdaderos fundadores del monasterio, con una serie de donaciones que se alargaron durante todo el siglo.
En 1035 fue consagrada solemnemente su iglesia. En el siglo Xlll el cenobio entró en una época de decadencia, que culminó con la peste de 1348, que comportó el abandono del monasterio durante unos años.
En el siglo XVl, la designación de abades comendatorios no favoreció su recuperación. En 1534, a raíz de actos vandálicos, el abad fue asesinado y el monasterio saqueado, la comunidad se dispersó nuevamente hasta 1560.
Finalmente, en 1617 fue unido al monasterio de Sant Pau del Camp, de Barcelona, hasta la exclaustración de 1835 permanecieron sólo tres monjes.
Fuente: Catalunya Medieval
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