La sierra de Busa es una de las sierras del pre-pirineo situada al sur de la sierra dels Bastets, en la comarca del Solsonès. Parece inaccesible debido a las agrestas paredes de formas montserratinas que la forman. El punto mas elevado es la cima del Cogul (1326 m.), en el Serrat de Graelles.
Estos materiales fueron depositados por cortos y violentos ríos pirenaicos durante el oligoceno (hace unos 25 millones de años), en la antigua línea de costa del lado de la depresión del Ebro. Forman parte de la banda continua de materiales gruesos que se extiende en el pre-pirineo desde el Coll de Corriols (Serra del Montsec) hasta la Quar (Berguedà).
Los materiales mas blandos han facilitado la erosión en la Vall de Lord, en el sur de Busa y han dejado totalmente aislado el altiplano, que está a una altitud de unos 1300 m., y entre 500 a 700 m. por encima de las hondonadas inmediatas.
La sierra de Busa forma una amplia meseta, llamada el Plà de Busa, cortado por todos lados por altos riscos, se extiende desde la Vall d'Ora, a levante, hasta el valle del Cardener, a poniente. Este plano es una isla natural sobre los peñascos de la sierra de Busa, donde destaca la presencia de la casa Rial, única masía aun habitada de forma permanente.
Subiendo por la ladera sur, encontramos el magnifico mirador que forman la iglesia y el castillo de Besora.
Historia:
El teniente coronel solsonés Francisco Javier de Cabanes i d'Escofet propuso al general de Catalunya Luis de Gay i Gautier la utilización de Busa como campamento y segura retaguardia. Se fortificaron los puntos mas débiles y se construyeron un millar de casetas de madera para alojamiento de los resistentes. De hecho, una de las cuatro casas aun queda en pie al Plà de Busa, lleva el nombre de Ca l'Artiller. Busa fue, después de Cádiz, el primer lugar de España en proclamar la constitución de 1812, en un acto al que asistieron unos 8000 soldados.
En el extremo noroccidental del plano destaca el Capolatell, mas conocido como "la cárcel", con motivo de su uso para este fin durante esta guerra. La tradición afirma que, desesperados, los había que se arrojaban al vacío gritando "morir en Busa y resurgir en París".
Fuente: Wikipedia.
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