El Castillo de Arévalo, también conocido como castillo de los Zúñiga, es una fortificación del siglo XV, localizada en Arévalo, al norte de la provincia de Ávila.
Historia:
En el siglo Xl durante el reinado de Alfonso Vl, se concede fuero a la villa de Arévalo. A partir de ese momento son frecuentes en la documentación las referencias al lugar. Aunque con períodos de dominio señorial, va a depender habitualmente de la Corona (bien de realengo), por lo que no es de extrañar la presencia en la villa de personajes de la familia real. Ya a mediados del siglo XlV debe de tener castillo, constituyendo con los de Medina del Campo, Tordesillas y Sigüenza, uno de los lugares donde el rey Pedro l de Castilla recluiría a su mujer Doña Blanca de Borbón.
La fortaleza se ubica en la parte más extrema del triángulo amesetado formado por la confluencia de los ríos Adaja y Arevalillo, los cuales le sirven de fosos defensivos. Fue mandada reconstruir en la segunda mitad del siglo XV por orden de Álvaro de Zúñiga, duque de Béjar, aunque sufrió posteriormente importantes reformas a principios del siglo XVl, cuando la fortaleza estuvo en mano de los Reyes Católicos. Con dichos cambios pasó de una planta cuadrada a la planta pentagonal que le caracteriza.
Algunas fuentes afirman que tras la muerte de Juan ll de Castilla se recluyó en la fortaleza a Isabel de Portugal -enloquecida-, madre de la futura Isabel la Católica y de Alfonso de Castilla, con quienes supuestamente vivió en el castillo, aunque, sin embargo, es más probable que estos vivieran en unas casas situadas cerca de la Puerta de Alcocer, junto a la actual plaza del Ayuntamiento.
Tras pasar por las manos del condestable de Castilla, Álvaro de Luna, en 1476 pasó a pertenecer a los Reyes Católicos. A partir de ese momento la función más destacada del edificio es ser lugar de encierro de prisioneros ilustres. Sucesivamente pasan temporadas en él, y por diversas causas Fadrique Enríquez por orden de Isabel la Católica, Juan Palafox y Mendoza, Marqués de Ariza, y Pedro Téllez-Girón y Velasco, Duque de Osuna en el de Felipe lV. En el siglo XVl el castillo fue convertido en prisión. Felipe Guillermo de Orange-Nassau. fue uno de los más importantes rehenes del castillo en el reinado de Felipe lV.
Durante los últimos siglos, el castillo perteneció al ayuntamiento de Arévalo sufriendo durante el siglo XlX fases de abandono y siendo utilizado como campo sacro y cantera de piedra. Finalmente, por motivos económicos y con la condición de que se usara como silo de cereal, el municipio cedió el inmueble al Servicio Nacional de Trigo del Ministerio de Agricultura, que acometió diferentes reformas y obras de restauración. En la actualidad pertenece al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y se usa como centro de reuniones aunque también se encuentra abierto al turismo y en su torre del homenaje se puede visitar un pequeño museo del cereal.
A pesar de que en la actualidad no se puede apreciar, las murallas que protegían Arévalo durante su época de mayor auge económico, por el comercio con ciudades como Ávila o Segovia, iban a morir a la fortificación primigenia.
Fuente: Wikipedia
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