En 1710 se comenzó a construir una ermita en honor del ermitaño San Felices, donde antiguamente se levantaba el castillo de Bilibio. Fue reconstruida en 1862 y posteriormente en 1942.
El 21 de junio de 1964 se inauguró la estatua de San Felices junto a la ermita, en la que aparece el santo portando un libro abierto. Se encuentra iluminada por la noche, haciéndose visible a varios kilómetros en el valle.
En 2014 la ermita y su entorno fueron elegidos Mejor Rincón de España 2014 de Guía Repsol.
Fuente: Cartel informativo.
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