Sant Pere de Graudescales es una iglesia románica situada en la pequeña Valldora, en la falda oriental de los riscos de la Serra de Busa,, en la ribera de l'Aiguadora, solitaria en medio de un paraje de gran belleza natural, en el municipio de Navès. Es el único edificio que queda de un antiguo monasterio de monjes benedictinos. Es una obra del término de Navès.
El edificio actual es fruto en buena parte de la radical restauración de que fue objeto en los años 1956-1958, a cargo de las diputaciones de Barcelona y Lleida. Es un templo de planta de cruz latina, de una nave y tres ábsides, el central mas grande, y los otros dos abiertos los brazos del transepto. Sobre el crucero se levanta un cimborrio octogonal sobre pechinas. La ornamentación se reduce a un friso de arcos que recorre los ábsides.
La iglesia del antiguo monasterio de Sant Pere de Graudescales (o de escaleras) se encuentra en la Valldora cerca de los riscos de Busa. Sus orígenes remontan al siglo X, en la que el clérigo Mangulf ahí construyó una iglesia, que fue consagrada en 913 por el obispo de Urgell Mantenido. En 960 el obispo dispuso la fundación de un monasterio benedictino en Sant Pere de Graudescales, pero de hecho ahí continuó una comunidad de canónigos. Aunque en la segunda mitad del siglo Xll se construyó una nueva iglesia, la actual, la comunidad canonical solo perduró hasta el siglo Xlll. En 1270 pasó a parroquia, y después de largos siglos de abandono y ruina, en 1960 fue suprimido el culto.
La iglesia actual se encuentra en la esquina de levante del conjunto y se conserva en buen estado. Se trata de un edificio de una nave, rematada por un transepto, en el que hay tres ábsides semicirculares, abiertos por un simple pliegue, elevado del central, donde se forma un pequeño presbiterio, delimitado por un arco, y el pliego que abre el ábside. La nave y los brazos del transepto son cubiertos con bóveda de cañón, y en su interior hay una cúpula sobre trompas que se proyecta exteriormente en un cimborrio octogonal. Las proporciones de la nave hacen que la planta del edificio se acerque a la de cruz griega. El levante de la nave es acabado con un ábside y en los dos brazos del transepto hay los correspondientes absidiolos.
Tiene tres portales. Al tester meridional del transepto hay abierta una puerta de pequeñas dimensiones, que debía construir el principal acceso exterior, mientras que en la fachada de poniente, hay otra puerta, mas grande, muy reconstruida, la cual comunica con el recinto monástico. Una tercera puerta, el brazo de tramontana del transepto, debía comunicar con el cementerio. El aparato de la iglesias es formado por sillares simplemente desbastados y escuadrados, muy irregulares, los paramentos son desnudos de ornamentación, salvo los semicalculares absidiales, donde aparece un tipo continuo de arcos lombardos.
El edificio ha sido considerado a veces una obra propia de la arquitectura lombarda del siglo Xl. Sin embargo algunos detalles de su construcción hacen pensar mas bien en una obra rural, construida ya en el siglo Xll.
Este conjunto tiene el interés excepcional de ilustrar un monasterio rural alto medieval bastante pobre, con una estructura arquitectónica bastante diferente de los conjuntos monásticos claustrales.
La cúpula, que exteriormente forma un cimborrio octogonal sobre un cuerpo prismático de base cuadrada correspondiente a las trompas de dentro, en la cima tiene una abertura circular protegida por un arco que sobresale del tejado.
Historia:
La primitiva iglesia de Sant Pere fue erigida por los alrededores del año 913 por el presbítero Mangulf, que la dotó con tierras y bienes para que se convirtiera en un monasterio benedictino. Esta fue consagrada por el obispo de Urgell Nantigís, el 3 de diciembre del mismo año. La falta de documentación no permite conocer con exactitud que sucedió en Sant Pere de Graudescales. Sin embargo, se tiene noticia de que en el año 960 el presbítero Francemir se presentó en la Seu d'Urgell, o Castellciutat para pedir al obispo Gubadas y a otros asistentes a una asamblea, Francemir propuso como candidato a Belló, presbítero y canónigo del lugar, el cual fue elegido y proclamado como abad de Sant Pere. El 6 de noviembre fue redactada la escritura de la elección y en ella el obispo dotó el monasterio con las iglesia vecina de Sant Mamet. Francemir le dio las casas que tenía en la Corriu y la iglesia de Santa Eulalia, una viña, molinos, una casa en Tentellatge, un lote de libros de la biblia y litúrgicos, ganado y menaje para la cosa. El monasterio continuó su existencia al menos un par de siglos.
Avanzado el siglo Xl Se comenzó la construcción de la iglesia actual, lo que terminó en el siglo siguiente. Parece que la comunidad decayó a finales del siglo Xll y quizás debido a una revuelta. Las edificaciones del entorno del monasterio fueron nuevamente reedificadas, pero ya entrado el siglo Xlll no hay constancia de vida monacal en este lugar. Según se desprende de las visitas arciprestales de los años 1312 a 1319, parece que residían uno o dos sacerdotes y algunos sirvientes.
En el siglo XV ya solo hay constancia del funcionamiento de Sant Pere de Graudescales como parroquia, función que tuvo hasta el periodo situado entre los años 1593 y 1624, que fue creado y estructurado el nuevo el nuevo obispado de Solsona. La parroquia fue trasladada entonces a Sant Cristobal de Busa.
La iglesia de Sant Pere tuvo culto hasta la desamortización. La antigua iglesia prioral fue abandonada y en estado ruinoso, hasta que entre 1962 y 1967 se emprendió una campaña de excavaciones y la restauración de la iglesia, llevada a cabo por el arquitecto Camil Pallàs.
De lo que fue el conjunto monástico de Sant Pere de Graudescales hoy solo queda visible la iglesia. En cuanto a la totalidad del cenobio es bien conocida gracias a las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo por Alberto del Castillo entre los años 1962 y 1967.
Fuente: Wikipedia.
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