Conchas por fachada. Observar la casa de Amalia Rebollar y su hijo José Ramón Gallego totalmente recubierta de conchas se ha convertido en un verdadero atractivo para los turistas. Aunque los vecinos de Tazones ya están acostumbrados a ver caparazones de vieiras o caracolas a modo de pared, para los visitantes resulta toda una novedad a fotografiar.
La idea de cubrir la casa de conchas salió de la mente inquieta de José Ramón. En 1985 comenzó decorando las macetas el cuerpo le pedía seguir y pasó directamente a la fachada de la casa. tardó 20 años en cubrir todo el exterior del inmueble.
Ha usado conchas de diversos moluscos. Desde caracolillos a vieiras. Algunas piezas las obtuvo de la Cofradía de Pescadores de Tazones, otras de la gijonesa playa de Poniente o de la Cetárea.
Una de las notas cómicas de esta singular decoración es la presencia de un simpático centollo con un puro en una de sus pinzas.
Gallego tuvo que volver a ponerse manos a la obra hace poco. La instalación de unos cables eléctricos que iban por fuera de la vivienda protegidos por un tubo de PVC de color gris. Para no romper la armonía de la obra José Ramón Gallego decidió poner en práctica de nuevo su antigua afición y recubrirlo de conchas como el resto de la vivienda.
Fuente: El comercio.
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