Neolítico final / calcolítico (-2500 / -1800).
Sitio de inhumación colectivo dolmen.
Se trata de un sepulcro de pasillo, de la segunda mitad del tercer milenio a. C., hecho de esquisto. El dolmen era conocido de antiguo por el pastor Leandre Genís, quien dio noticia a l'Associació Cultural i Esportiva Jonquerenca, que lo localizaron en marzo de 1980. Fue Excavado por primera vez en 1981 por el equipo formado por Josep Castells, Júlia Chinchilla, Josep Tarrús y Roser Vilardell. Posteriormente, en 1988, se realizó una nueva excavación a cargo de Sara Aliaga, Oriol Mercadal y Joan Martínez, y finalmente en 1996, se procedió a la restauración del megalito a cargo de Enric Carreras, Pere Gay y Josep Tarrús, miembros de GESEART.
Por los materiales arqueológicos que se recuperó en las excavaciones, sólo se puede asegurar que fue construido antes o durante el neolítico final - calcolítico antiguo, es decir, hacia la primera mitad del tercer milenio a.C.
La cámara es rectangular corta, con tres soportes conservados - los dos laterales y la cabecera - más la cubierta. La entrada es de paredes paralelas y no se conserva ningún resto de puerta entre el cuarto y el pasillo. Las dimensiones internas son 1'40 metros de longitud, 1'20 metros de ancho y 1'40 metros de altura.
La cabecera es única, arrebatada, de forma rectangular, bien implantada en la roca y presenta señales de desbaste interno, mientras que los bordes no parecen repicados. Los soportes laterales de la cámara son rectangulares, bien implantados en la roca, y presentan señales de desbaste en la cara interna. La cubierta es rectangular, con una sección también rectangular, y presenta señales de desbaste en la cara interna y los bordes repicados. El acceso a la cámara es un pasillo corto, que sigue la anchura de la cámara, construido con losas, de las que se conservan dos. El túmulo es de tendencia circular. Formado con un relleno de losas de esquisto y tierra. Encima de la losa de cubierta hay 30 tartaletas aisladas, pequeñas y medianas, dos cuencas mas grandes con un reguero, y un reguero curvilíneo, a raíz de su borde noroeste.
Por su tipo arquitectónico y por los materiales exhumados, Tarrús lo sitúa cronológicamente en la cuarta fase de los sepulcros de corredor del Alt Empordà - Rosellón, es decir, en la primera mitad del tercer milenio a.C.
Su estado de conservación es bueno dado que fue restaurado en 1996.
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