Bajo la protección del Monte Corpiño y sobre unas piedras, en el extremo norte de la villa de Muxía, se sitúa la iglesia de Santa María de Muxía.
Hasta la fecha, las primeras referencias a Muxía aluden a la iglesia de Santa María en el año 1176, recogidas en el Códice de Sobrado dos Monxes. En este documento, firmado en Salamanca, Fernando ll, rey de Galicia y León, le concede los derechos sobre Muxía (Portum de Mogia) al abad de Sobrado.
Pertenece a un estilo románico de transición. Está formada por una sola nave, con cubierta de madera y dividida en tres trechos por dos arcos apuntados que se apoyan en columnas adosadas a los muros laterales.
El ábside es de forma rectangular, accediéndose a él a través de un arco triunfal apuntado, apoyado, al igual que los otros tres que se aguantan de la bóveda, sobre semicolumnas todas ellas acabadas en capiteles adornados con distintos motivos.
La puerta principal de la iglesia tiene un arco apuntado, con una arquivolta adornada con un bocel y apoyada sobre dos columnas que tienen por base dos capiteles de mármol. El tímpano es liso, apoyándose sobre ménsulas esculpidas, una de ellas imitando la figura de un fraile.
Tanto en la parte sur como en el testero de la iglesia aparecen contrafuertes que ayudan a reforzar los muros. En la parte sur se abre una puerta de forma rectangular.
Adosado al muro norte, a la que se accede desde el interior de la iglesia y a través de una puerta ojival, se encuentra la interesante capilla del Rosario de estilo gótico construida a finales del siglo XlV, de forma rectangular, cubierta con bóveda de crucería en la que sus arcos diagonales se apoyan en cada esquina sobre ménsulas acabadas en hermosos capiteles.
Fuente: Ayuntamiento de Muxía.
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