La Ermita de Sant Marc, en la masía El Peiró, pertenece a la Dena dels Castellons, (situada al NO del término de Morella). Domina la sierra de Sant Marc.
Según el historiador Manuel Millán Boix, ya en el siglo Xlll se erigió en el cerro un peiró dedicado a San Marcos que cambió el nombre de la Sierra de Ben Avid por el de Sierra de Sant Marc. Posteriormente se construyó una pequeña ermita cuya fábrica se desconoce.
La estructura de la iglesia actual se hizo en los años 1574 y 1575. Destruida en 1719, durante la Guerra de Sucesión, se reedificó en 1714. En 1808 se volvió a reconstruir. Las tropas del General Espartero la destruyeron en el año 1840. Se reedificó de nuevo en 1856.
En 1916, los masoveros del Vot, reunidos en la sacristía de la iglesia parroquial de San Miguel de Morella, acordaron restaurar la ermita, que amenazaba ruina.
En la Guerra Civil de 1936 fue incendiada y por un tiempo se usó como corral, después la restauraron los componentes del Vot.
En el año 2002 la Fundación Blasco de Alagón, sufragó y ejecutó las últimas reparaciones, procediendo al repicado, lucido y pintado de todo el interior de la ermita, también se repararon las grietas del techo, consolidando las piedras de sillería que sujetan la campana y repararon el yugo de ésta. Desde hace algunos años, donados por devotos, hay en la ermita bancos de madera.
La ermita está orientada hacia el norte, está construida de mampostería, aparejos y piedras angulares. Su portada es adintelada, con la fecha de 1808. Tiene pórtico con arcos apuntados y una espadaña con una campana que permaneció mucho tiempo desaparecida y encontrada después de los años 50 en la masía de La Pedrera, por unos trabajadores que hacían carbón de encina. Debajo de la espadaña se abre una ventana semicircular que ilumina la nave, la cubierta es a dos aguas. El pórtico está cubierto con vigas de carpintería. El interior es una nave de dos tramos, con capilla y sacristía, soporte de pilastras, arcos de medio punto en la nave y arco triunfal. La nave está cubierta de ,madera, la capilla se cubre con una bóveda de cañón y la cubierta de la sacristía es plana. en el interior está reforzada por contrafuertes.
La ermita de Sant Marc alcanzó su máximo esplendor en los siglos XVl y XVll. Tenía un ermitaño que vivía en unas dependencias hoy pertenecientes a la masía de El Peiró. Todos los domingos y fiestas de precepto se celebraba la santa misa, que era regularmente oficiada por un fraile del convento de los franciscanos de Morella y se cuenta que un domingo de diciembre de 1774, celebrando la misa un fraile franciscano, hacía tanto frío que se congeló el sanguis dentro del cáliz.
Para sufragar estos cultos había establecida una renta de cinco cahíces de trigo, cuando ya no se celebraron, continuó cobrándola la parroquia de San Miguel de Morella, hasta que se redimió. El ermitaño recorría las masías del término con una imagen del santo y se mantenía con las limosnas recibidas.
Fuente: Universitat Jaume l
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